
¿Qué es una recesión y cómo afecta a los pequeños negocios?
Durante una recesión la economía de un país deja de crecer y todos sus indicadores empiezan a bajar. Sus efectos los sienten las grandes empresas, los pequeños negocios, incluso los consumidores.
Aunque es normal que se presente como parte del ciclo de expansión y contracción de la economía, no se puede predecir con exactitud cuándo tendrá lugar la siguiente recesión. La buena noticia es que puedes prepararte para cuando llegue.
En este artículo definimos qué es una recesión, explicamos cómo puede afectar a tu pequeño negocio, y te enseñamos cómo mejorar las posibilidades de tu empresa frente a la próxima crisis.
¿Qué es una recesión?
La Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER por sus siglas en inglés), una institución privada que estudia este fenómeno, define una recesión como “una disminución significativa de la actividad económica distribuida en toda la economía, durante unos pocos meses”.
Esta contracción se manifiesta en cinco indicadores: Producto Interno Bruto Real, ingresos, empleo, manufactura, y ventas minoristas.
En términos prácticos, las recesiones se caracterizan por:
- una serie de fracasos empresariales
- un aumento en los índices de desempleo
- la ralentización o crecimiento negativo de la economía
Una recesión se produce generalmente cuando hay varios trimestres de crecimiento lento pero positivo. Aunque dura poco tiempo (entre nueve y 18 meses), los efectos de una recesión pueden tener un impacto duradero e incluso transformar la economía del país.
La Gran Recesión, que empezó a finales del 2007 y se extendió hasta mediados del 2009, tuvo serias consecuencias en los Estados Unidos y en otros países. Los orígenes de esta crisis están ligados a las hipotecas de alto riesgo o préstamos hipotecarios a personas con historiales de mal crédito.
Los efectos de esta recesión empezaron a sentirse durante el primer trimestre del 2008, cuando el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo un 2.3%.
Solo en enero del mismo año, la economía perdió 16,000 empleos. Estas señales anunciaban que una recesión era inminente.
Y en efecto, las cosas empeoraron, como lo evidencian estos datos:
- En el primer trimestre del 2009, el PIB se contrajo en 4.4%.
- Solo en marzo del 2009 se perdieron 803,000 empleos.
- El desempleo llegó al 9.5% en junio del 2009.
- Los precios de la vivienda cayeron 10%.
Pronto, la recesión atemorizó a los consumidores y los hábitos de compra cambiaron. Estos cambios se sienten incluso hoy en día.
Los minoristas fueron los primeros en sentir los efectos de esta tendencia y tuvieron que reducir los precios hasta en un 80% durante las festividades del 2008 para atraer compradores. Desde entonces, los descuentos se convirtieron en una constante del mercado.
Pero la debacle para los minoristas fue más allá.
En el período 2003 al 2004, las ventas minoristas aumentaron 6.3%. Pero cuando la recesión estaba en su máximo punto, entre el 2007 y el 2008, cayeron 3.6%o. Como resultado, en el 2008, 87 millones de pies cuadrados de tiendas dedicadas a las ventas al por menor fueron cerradas.
¿Cómo afecta una recesión a los pequeños negocios?
Las consecuencias de una recesión para los grandes y los pequeños negocios son, hasta cierto punto, similares. Su capacidad de reaccionar y recuperarse es lo que en últimas hace la diferencia.
Impacto de la recesión en los grandes negocios
Caída del flujo de efectivo
Con menos ganancias, el precio de las acciones de la compañía disminuye. Los dividendos también caen o desaparecen.
El liderazgo de la empresa es cuestionado, y la junta directiva puede tomar decisiones para corregir el rumbo. Los accionistas también pueden vender sus acciones y reinvertir en negocios más lucrativos.
Deterioro del crédito
Cuando los clientes que le deben dinero a la compañía dejan de pagar, esta se ve obligada a cumplir con sus obligaciones en condiciones distintas a lo acordado con los bancos. Esto reduce la valoración de su deuda, así como su capacidad de acceder a financiamiento.
De igual modo, aunque la deuda de la empresa se pueda reestructurar o refinanciar, ante cualquier incumplimiento, el negocio podría ir a la quiebra.
Inestabilidad laboral
Además de los recortes de personal, comunes en las grandes empresas en tiempos de recesión, los acuerdos entre empleadores y empleados para bajar costos también son necesarios. Estos convenios incluyen la reducción de salarios y el recorte en los beneficios.
Impacto de la recesión en los pequeños negocios
Reducción del flujo de caja
Los pequeños negocios pueden tener limitaciones financieras. Durante una recesión, esta situación se agrava, pues los clientes pueden atrasarse en los pagos, ya que ellos mismos tienen problemas de efectivo.
Los pagos atrasados generan una reacción en cadena en el negocio, afectando sus finanzas y obligándolo a tomar medidas.
Menor demanda
Si un pequeño negocio depende de pocos clientes, la mayoría de sus ingresos se vería comprometida si algunos de estos disminuyen sus pedidos o si simplemente dejan de comprarle.
Si un cliente importante cierra sus operaciones, el negocio dejaría de recibir ganancias y todo el dinero que el cliente le deba.
Reducción de personal
Con menores ingresos, despedir empleados es la primera medida que toman los pequeños negocios para reducir costos.
Esto significa que menos trabajadores tendrán que ocuparse del mismo volumen de trabajo. Implica también mayor sobrecarga laboral y desánimo entre los empleados.
¿Cómo prepararse para una recesión?
Los pequeños negocios pueden prepararse con anticipación en caso de que llegue una recesión. La conciencia financiera es muy importante.
Prever y planificar son la clave.
Estas son algunas de las cosas que puedes hacer en tu empresa para minimizar los daños de una recesión:
1. No te excedas al contratar
No contrates más personal del necesario. En vez de esto, busca formas de potenciar el desempeño de tus trabajadores, sin “quemarlos”. Si necesitas llenar alguna vacante, contrata un profesional independiente.
2. Ahorra
Cuando puedas, recorta gastos innecesarios. Con lo que ahorres, puedes crear un fondo de respaldo para usar en una crisis. Aunque para muchos ahorrar parezca imposible, cualquier centavo guardado es un salvavidas para el futuro.
3. Invierte con prudencia
Para crecer hay que invertir, pero debes ser cuidadoso. Invierte en áreas vitales para el negocio o las que podrían resultar más afectadas durante una recesión. Fortalecer tus estrategias de marketing o capacitar a tus empleados puede ayudarte a ser más competitivo en el futuro.
¿Qué es lo que no debes hacer durante una recesión?
Así como hay buenas prácticas para ayudarte a salir adelante en tiempos difíciles, también hay pasos en falso que podrían ser catastróficos para tu negocio durante una recesión:
No hagas inversiones arriesgadas
Pensar en el futuro de la empresa e invertir en ella son una prioridad para los dueños de pequeños negocios. Pero hay que saber cuándo es el momento.
Antes de comprar inventario o renovar equipos durante una recesión, analiza bien la situación: ¿qué tanto necesitas hacer esta compra? ¿Tras hacerla podrás cubrir otras obligaciones importantes?
¿Cuándo ocurrirá la próxima recesión?
No hay una fórmula completamente confiable que pueda predecir cuándo y cómo ocurrirá la próxima recesión. Sin embargo, según los economistas, existen indicadores de que una crisis es inminente o que ya está ocurriendo, como la caída del PIB durante dos trimestres consecutivos, entre otros.
Aunque la situación hoy en día parece desalentadora, debido a los síntomas de debilidad de ciertos sectores económicos, al nerviosismo en el mercado de valores y a la incertidumbre ocasionada por la guerra comercial con otros países, por ahora no parece haber señales de alarma.
Al contrario, durante los últimos meses, la economía del país ha mostrado avances positivos:
- la tasa de desempleo en mayo del 2019 llegó al 3.6 por ciento, la más baja en décadas
- se han creado puestos de trabajo por ocho años consecutivos
- la economía sigue creciendo a un ritmo acelerado
Estar preparado siempre es importante
Una recesión puede hacer tambalear la economía del país.
Durante la Gran Recesión se perdieron cientos de miles de empleos, los precios de la vivienda cayeron y miles de negocios cerraron.
Esta crisis también nos dio una lección:
Es posible prepararse para la siguiente recesión, invirtiendo inteligentemente, ahorrando y recortando gastos innecesarios.
Pese a ciertas tendencias negativas, siempre hay razones para ser positivos y pensar que la próxima recesión todavía está lejos.
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