
La importancia del capital de trabajo
Todos hemos oído el término “capital de trabajo”, pero ¿qué es exactamente? ¿Cómo calcularlo? ¿Cómo utilizar tu capital de trabajo de la mejor manera posible para tu pequeña empresa? Encuentra aquí todas las respuestas.
El capital de trabajo es una fórmula que representa la liquidez de una empresa. El capital de trabajo se calcula restando a los activos actuales (o recursos actuales) los pasivos actuales (o gastos actuales).
Capital de trabajo = Activos actuales – Pasivos actuales
Los activos actuales típicos son: efectivo, cuentas por cobrar, inventario e inversiones a corto plazo.
Los pasivos actuales típicos son: cuentas por pagar, gastos e impuestos acumulados, depósitos de clientes y otras deudas comerciales.
Algunos propietarios de negocios también incluyen la porción actual de una deuda a largo plazo en la sección de pasivos. Esto tiene sentido porque es una obligación financiera continua. Además, muchos dueños de pequeñas empresas prefieren utilizar su ciclo de funcionamiento diario para determinar mejor sus necesidades de capital de trabajo, lo que es perfectamente aceptable. El ciclo operativo analiza los ciclos de cuentas por pagar, inventario y cuentas por cobrar en términos de días.
Ejemplo
Conoce a Manuela, la dueña de un salón de belleza. Estos son sus activos y pasivos actuales:
Activos:
- Efectivo: $5,000
- Cuentas por cobrar: $2,000
- Inventario: $8,000
Pasivos:
Cuentas por pagar: $4,000
Gastos acumulados: $2,000
Otra deuda comercial: $3,000
Manuela puede usar la fórmula anterior para calcular su capital de trabajo:
$15,000 (total de los activos actuales) – $9,000 (total de los pasivos actuales) = $6,000 (capital de trabajo)
Como los activos actuales de Manuela superan sus pasivos actuales, su capital de trabajo es positivo. Esto significa que Manuela puede pagar todos sus pasivos actuales utilizando solo los activos. En otras palabras, su salón de belleza tiene liquidez y cuenta con capital adicional para hacer crecer su negocio de diferentes maneras.
¿Para qué se usa el capital de trabajo?
El capital de trabajo se utiliza para las operaciones del día a día necesarias para el funcionamiento de un negocio. Parece bastante directo, ¿sí? Lo es, entonces ¿por qué tantos dueños de pequeños negocios evitan aprovechar mejor el capital de trababjo para mejorar su empresa? La respuesta más sencilla es que no lo hacen por temor al fracaso. Has trabajado duro para construir tu negocio, has aguantado meses, quizás incluso años sin tener apenas ganancias, preguntándote si llegarás al mes que viene, y si conseguirás pagar a tus empleados. Pero tu trabajo duro y tu perseverancia han dado sus frutos; ¡tienes dinero en el banco! Cuentas con ese cojín necesario para aquellas épocas del año en las que quizás vendas menos o no cuentes con los fondos necesarios para ofrecer a tus empleados bonos vacacionales. ¿Por qué querrías gastar ese dinero tan valioso? La respuesta es simple: para mantenerte competitivo.
Ahora que sabes cómo calcular tu capital de trabajo, te animamos a que lo uses de manera sensata para hacer crecer tu negocio. ¿Necesitas ideas? Sigue leyendo.
6 Maneras de optimizar tu capital de trabajo
1. Recuerda que todo entra por los ojos
Tal vez tu pequeña empresa es una panadería. Cuando los clientes entran en tu tienda, tienen un antojo; más que saciar su hambre quieren vivir una experiencia. Esta va más allá de los dulces que están comprando; quieren darse un gusto, un capricho, y este comienza por los jojos, por lo que tus clientes ven. Por eso tal vez es hora de invertir en nuevos estantes para mostrar tus últimas golosinas, o en batidoras de colores brillantes: todo esto le da un toque divertido y encantador a tu negocio. Si tu equipo está empezando a mostrar signos de desgaste y descuido, el primer pensamiento de un cliente no será, “¡Guau! Les ha de estar yendo muy bien aquí, porque el instrumental se ve muy usado”. No, lo primero que piensen tus clientes será más bien “No, qué asco… ¿por qué no pueden comprar equipo nuevo? No quiero comer nada que se haya hecho usando esa máquina.” La idea de seguir con lo que uno tiene es tentadora: ¿para qué gastar en equipo nuevo, si lo que quieres es ahorrar dinero? Sin embargo esa actitud podría terminar costándote cara a largo plazo.
2. Renovarse o morir
Nadie quiere entrar a un negocio que se parece a la casa de la familia Adams. Mantener el aspecto de un espacio fresco y actualizado es importante para complacer a tus clientes. A veces, eso puede ser tan simple como reemplazar decoraciones desgastadas o poner cuadros nuevos. Otras veces, sí, significa una completa renovación, retirar el empapelado o repintar toda la tienda. Quizá al principio te cueste decidirte porque todo eso cuesta dinero, pero piensa en lo bien que se verá tu panadería con un look fresco y renovado. Si tus únicas habilidades de decoración se reducen a las que usas para decorar tus pasteles, no lo dudes y utiliza parte de tu capital de trabajo para contratar a un profesional que te ayude. Si todavía te preocupa el costo, tal vez puedas inercambiar servicios con el decorador: este te da un descuento y tú le proporcionas postres para la fiesta anual de su compañía.
3. Lúcete
Has trabajado duro para construir tu negocio y estás orgulloso: la gente disfruta de tus dulces y helados caseros. Es cierto que a nadie le gusta un fanfarrón, pero cuando se trata de ser un dueño exitoso de una pequeña empresa, es perfectamente aceptable tener la confianza para alardear de tus productos y servicios. En esta era de las redes sociales, muchos propietarios de pequeñas empresas evitan invertir su capital de trabajo en campañas de marketing de diferentes tipos que les den a conocer. Es cierto que Facebook e Instagram pueden ser maneras estupendas de difundir un mensaje al principio, pero un marketing realmente eficaz tendrá que incluir folletos, catálogos, materiales de tienda y cupones. Esta es otra área en la que contratar a un profesional podría producir mejores resultados. Después de todo, no importa que tan fabulosos sean tus productos si nadie sabe de ellos y no estás invirtiendo en actividades para darlos a conocer al mundo.
4. Empleados felices, clientes felices
Puede que tu negocio esté creciendo debidamente, pero como resultado, tus empleados tienen que trabajar excesivamente para mantenerse al día con las órdenes entrantes y para atender a una clientea en aumento. Cualquier buen dueño de negocio sabe que solo somos tan buenos como las personas de las que nos rodeamos; por eso es vital que mantengas a tus empleados satisfechos, para que no se sobrecarguen de trabajo ni tengan una actitud negativa. Por eso tal vez sea hora de usar parte de ese capital de trabajo para invertir en tus empleados y aumentar tu equipo. No solo evitará que tus empleados actuales se sientan explotados (lo que puede crear resentimientos y renuncias), sino que, al mantener a tus empleados felices y motivados, tu empresa podrá atender a las crecientes demandas, consiguiendo también que tus clientes estén satisfechos.
5. Expándete
Puedes tener los mejores productos horneados en tres condados, pero si tu tienda es pequeña, y provoca que tus clientes sientan claustrofobia, o estrés, o demasiado calor, nadie querrá detenerse en ella más de lo necesario. Invertir tu capital de trabajo en el traslado a un espacio más grande, o en la ampliación de tu local actual, garantizará que seas capaz de servir cómodamente a un mayor número de personas, lo que resultará en un mayor número de clientes y ganancias.
6. Invierte dinero para ganar dinero
Todos los consejos anteriores presuponen que tu negocio no es nuevo y, por lo tanto, ya has comenzado a generar ingresos para tener alguna reserva de capital de trabajo. Sin embargo, ¿qué pasa si tu pequeña empresa es nueva, pero ya necesitas hacer algunas de las mejoras anteriormente mencionadas? ¿Qué puedes hacer? Aquí están las cinco fuentes más comunes de capital de trabajo a corto plazo:
- Capital: Si tu negocio está en su primer año de operación y aún no es rentable, quizás tengas que recurrir a los fondos de capital para las necesidades a corto plazo de tu empresa. Puedes conseguir estos fondos usando tus propios bienes personales o los de algún miembro de la familia, un amigo o un tercer inversionista.
- Acreedores comerciales: Es posible que puedas pedir ayuda a un acreedor comercial para conseguir capital de trabajo a corto plazo. Si has pagado tus deudas a tiempo en el pasado, un acreedor comercial puede estar dispuesto a extender la duración de un préstamo para que puedas cumplir con un gran pedido. Por ejemplo, si recibes un pedido grande que puedes cumplir, enviar y cobrar en 60 días, puedes obtener términos de 60 días de tu acreedor si lo que concede normalmente son 30 días. El acreedor comercial te pedirá el comprobante del pedido y puede que quiera como garantía un derecho de retención sobre este pedido, pero si cumples con tu pedido, todos esos requisitos no tienen por qué ser un problema.
- Factoraje: Una vez que hayas cumplido con un pedido, una empresa de factoraje compra tus cuenta por cobrar y luego se encarga de la recolección del dinero. Este tipo de financiación es más costoso que la financiación bancaria convencional, pero es muy popular entre las empresas nuevas.
- Línea de crédito: Una línea de crédito te permite pedir fondos para satisfacer necesidades a corto plazo que pueden surgir en tu empresa. Los fondos se pagan una vez que se cobren las cuentas por cobrar que resultaron de las ventas a corto plazo. Las líneas de crédito generalmente duran un año, y se espera que se paguen durante un plazo de entre 30 a 60 días consecutivos en algún momento del año para asegurar que los fondos se utilizan solo para necesidades a corto plazo.
¿Confundido? Conoce la diferencia entre factoraje y línea de crédito
- Préstamo a corto plazo: Si bien puede que tu nueva empresa no califique para una línea de crédito de un banco, puedes tener éxito solicitando un préstamo a corto plazo (a pagar en menos de un año) para financiar tus necesidades temporales de capital de trabajo. Si has establecido una buena relación con un banquero, puede que esté dispuesto a proporcionarte un préstamo a corto plazo para pagar un pedido puntual, o para pagar facturas acumuladas.
Como ves, hay muchas maneras de poner a funcionar tu capital de trabajo para que gener a su vez más capital. Y no olvides que siempre puedes hablar con un especialista de préstamos de Camino Financial para ver si calificas para un préstamo comercial. Por otro lado, no te estreses si tu negocio aún no cuenta con esos fondos para invertir en otras áreas. Poco a poco, haciendo pequeñas pero continuas inversiones en tu empresa, y aunque puede parecer costoso en el momento, acabarás obteninedo grandes recompensas.
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